Por lo general un escorpión necesita alrededor de 6 años para alcanzar la edad de la madurez. De camino a esto, pasará por varias etapas de muda y su cuerpo irá creciendo exitosamente. Sólo un pequeño porcentaje de la población de escorpiones vive hasta llegar a su etapa adulta.
Los escorpiones se basan en el olfato y en las vibraciones para encontrarse unos a otros con el fin de aparearse, cuando esto ocurre ambos comienzan a participar en una especie de ritual de baile muy complejo. El apareamiento puede demorar de 1 hora a 1 día y una vez que ha finalizado, cada uno seguirá su camino. En ocasiones el macho que permanece junto a la hembra, termina convirtiéndose en su cena. Si se escapa, entonces es probable que vaya en busca de comida, aventurándose a cortejar a otra hembra para aparearse nuevamente.
Las crían crecen dentro de la madre y nacen vivas, durante las primeras semanas de vida vivirán sobre la espalda de ella, de forma que pueda protegerlos hasta que la abandonen.
El período de gestación de los escorpiones puede demorar de 5 meses a 1 año. Antes de que las crías nazcan, la hembra adoptará una posición muy singular, ella va a levantar su cuerpo y se pondrá muy rígida, se agachará sobre sus patas delanteras, permitiendo que salgan sus crías. Los jóvenes escorpiones irán apareciendo de uno en uno. Esto puede suceder en un flujo continuo o pueden pasar varios minutos entre la aparición de uno y otro. La madre tendrá esta postura hasta que todos hayan nacido con éxito, pero no todos serán capaces de realizar la subida a través de sus piernas hasta llegar a la espalda.
La madre cuidará de sus hijos hasta que haya ocurrido la primera etapa de muda, cuyo número puede estar entre 8 y 100 escorpiones pequeños. Este número dependerá de la especie, así como de los factores ambientales que los rodean. A veces las madres suelen comerse a sus crías, en vez de cuidar de ellas, aun no se entiende completamente por qué ocurre este suceso. Se cree que está relacionado con las condiciones del entorno donde se encuentren, ya que si escasean los alimentos o el hábitat es reducido, no resulta una buena idea introducir más habitantes en el área. Esto podría ser un mecanismo natural que los escorpiones han desarrollado para garantizar la supervivencia global de las distintas especies.
Una vez que los jóvenes han mudado por primera vez, bajan de la espalda de la madre para comenzar a cuidarse y alimentarse por sí mismos. En algunas especies, los óvulos no fertilizados son capaces de crear descendencia viva, esto tiene lugar después que se produce la última muda de esas especies determinadas. Este es un proceso muy interesante que ayuda a garantizar la continuidad de la población de la especie. Todavía queda mucho por investigar al respecto.
Hay algunas especies de escorpiones, donde la hembra es capaz de producir más huevos debido a cierta cantidad de esperma que conserva en una cavidad de su cuerpo. Sin embargo, si las condiciones en el entorno no son buenas para ella, entonces evitará que los huevos sean fertilizados.
La vida de un escorpión en su hábitat natural puede durar de 2 a 10 años, aunque algunos han vivido hasta 25 años en cautiverio. El tiempo de vida dependerá del tipo de escorpión en particular, los depredadores que estén presentes en su hábitat y de las condiciones de vida en general.